Hace poco, y al concluir mis estudios en la carrera de sociología, me pregunté y ahora ¿que sigue?... sin duda esa pregunta movió los sentimientos más entrañables que pude tener en mucho tiempo... ¿que sigue?, seguía la pregunta en mi mente... al tratar de dar solución a aquella interrogante que atacaba constantemente mis pensamientos decidí tratar de no darle respuesta sino comprender lo que significaba aquella pregunta... terminé una etapa tan maravillosa de mi vida, me siento plena y feliz, pero sé que no durará por siempre y debo seguir alimentando el espíritu sociológico que creció en mí desde hace cuatro años...
¿Que sigue? sugiere pensar en el futuro, en aquellas cosas que están por venir, por construir... sugiere pensar en que hacer despúes de está etapa... pienso y pienso... divago en el quehacer del sociólogo... "Un sociólogo hace..." "Un sociólogo trabaja en..." "Un sociólogo es aquel que..." Durante mucho tiempo me dediqué a contestar esas preguntas, a darles un poco de sentido... pero ahora me enfrento ante la delicada situación de no sólo saber sino hacer... esto en palabras sociologicas seria dejar de hacer discurso y pasar a la praxis...
Saber y hacer son conceptos que parecieran estar desligados pero juntos conforman una fórmula importante no sólo dentro de la congruencia sino también dentro de la vida diaria...
Como socióloga es difícil comprender muchas de las cosas que suceden a mi alrededor desde un punto de vista personal. Se exigen muchas cosas socialmente y se piensa, en ocasiones, que se esta fuera de ese entorno observado pero al regresar y colocarse en la postura de hija, hermana, compañera, estudiante, trabajadora es donde me doy cuenta que en realidad no estoy alejada de ello. Si algo me ha enseñado mi profesión es a amarla, a vivirla, a sentirla... Falta un camino largo por recorrer pero "Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace" (Jean- Paúl Sartre) así que lo que tenga que venir siempre tendrá un toque de pasión...
