miércoles, 11 de abril de 2012

Delicias...

Disfrutar de las delicias de la vida se resume en unas cuantas lineas...


Oler la tierra húmeda cuando el agua cae del cielo. 
Ver a diario la metamorfosis entre el día y la noche acompañándose de colores cálidos y fríos. 
Despertar esa sed de saber más, aunque se sepa inalcanzable.
Hojear esos libros viejos con olor a tiempo y manchar las yemas de los dedos con tinta que se desprende cuando pasas la hoja de un lado a otro.
Respirar y sentir como el aire recorre la nariz y de repente la abandona en una breve visita.
Reír como si se hubiera acumulado una risa tímida por varios años y esperar el momento para que éstas escapen.
Sentir  el viento paseando entre la piel como aquella caricia coqueta que nadie pidió.
Saborear los colores de la comida que has olido justo antes de saber que la comerás.
Pasear por la mente aquellos recuerdos de la vida que no regresarán pero tampoco se irán.
Pensar en las situaciones que quizá nunca se darán, pues estás, despegan levemente del suelo los pies.
Creer que se es capaz de hacer hasta lo imposible aunque a simple vista no lo parezca.
Querer en cada instante tener cerca a quienes amas.
Anhelar frecuentemente más y más como si no lo pudieras alcanzar.
Recordar que la vida es un breve momento que puede uno hacerlo, o no, eterno.


... Simples delicias.