jueves, 14 de julio de 2011

Trago amargo...

"Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir."
(Martín Luther King)

La perdidas de nuestros seres queridos siempre son sucesos que marcan de alguna forma nuestra vida. Hablar de muerte e imaginarte algún día sin esas personas que te rodean es sumamente difícil. El día de ayer recibí una noticia que por más que la repaso me cuesta trabajo digerirla: un amigo cercano de mi familia murió. Sinceramente es alguien a quien yo estimaba demasiado y que al saber la noticia no pude evitar derramar lágrimas de dolor. Cuesta trabajo pensar la vida sin ese código de personas que te rodean. Extrañamos, anhelamos y sentimos su ausencia. Nos acostumbramos a saber que están ahí, a creer que somos eternos, a pensar que la vida no es en serio. 
La vida es muy frágil, pero también es mágica: En un instante estamos y en otro nos vamos. Nuestras decisiones y nuestra forma de actuar dictarán nuestro destino. Nosotros elegimos. Elegir una muerte digna sobre una vida digna es algo absurdo. Nadie muere con dignidad, en cambió todos tenemos la posibilidad de vivir dignamente. Saber lo que vale nuestra vida y disfrutarla en el momento, dejando atrás las quejas y poniendo por delante soluciones. Enfrentando con la cara en alto las circunstancias por venir. Luchando por lo que se desea y respetando a los demás.  Aprendemos, construimos, sentimos, hacemos, expresamos, unimos... Eso nos hace ser humanos... 
La muerte en la vida es inevitable, pero mientras llegamos al otro lado disfrutemos el camino. 


A Miguel Leyva, con mi más profunda admiración y cariño. Hasta pronto.